martes, 29 de noviembre de 2011

QUÉ DIRÁN

Me sigue asombrando la gente que tiene poco fondo, que vive de las apariencias, que todo su mundo gira en torno al qué dirán.
No entiendo a los que piden préstamos a los bancos para irse de vacaciones o para organizar eventos familiares en los que todo tiene que ser lo más de lo más.
Ya no es cuestión de tener o no tener dinero, es cuestión de mirar más allá del físico de las personas, de intentar ver que todos tenemos un fondo, aunque algunas veces llego a dudarlo.
Llega un momento, conforme te vas haciendo mayor, en que las apariencias te importan un bledo; buscas en las personas algo más que aquello que pretenden aparentar ser y no son. 
Es normal en los adolescentes de hoy en día que toda su ropa sea "de marca" y, a ser posible, que se vea cuanto más mejor; estamos en la sociedad del consumismo, del querer y  no poder, pero hacerlo como sea. Pobres chicos y chicas, sobre todo estas últimas, si no van vestidas con lo último que sacan las casas de moda, se ven relegadas a un segundo plano; no pueden entrar a formar parte de según que "grupos". La pena es que son demasiado jóvenes para darse cuenta que no merece la pena entrar en esos grupos, que se está mucho mejor fuera, siendo uno mismo, con personalidad, con valores más allá de lo superfluo.
La cosa es más grave cuando los adultos siguen comportándose como si fueran quinceañeros y nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino, aparentando ser lo que no son y pretendiendo, con sus palabras, que nos sintamos ofendidos por no llevar ropa de tal o cual tienda, sino por vestirnos con ropa que no es de marca, que es mucho más barata y más asequible a nuestros bolsillos;  por no irnos de vacaciones a ningún sitio o porque nuestras reuniones favoritas son en casa en torno a un café y un bizcocho que hemos hecho.
Es en esas ocasiones cuando te das cuenta de lo vacíos que están por no intentar ver cómo eres en realidad y, ni siquiera, saber cómo son ellos. Claro que, las personas que piensan y se comportan así, no pueden ver más allá de un palmo de sus narices y de sus carísimos gustos.
No me gusta esta sociedad en la que se nos juzga por cómo vamos y no por cómo somos; en la que la etiqueta de un pantalón o de una chaqueta tiene más valor que una palabra o un gesto.
Sinceramente, a mí el qué dirán hace mucho que dejó de importarme; sólo me preocupa qué dirán de mí aquellos que realmente me conocen como persona y no como un maniquí ambulante, cosa que nunca he sido ni quiero ser.

3 comentarios:

  1. La vaciedad de la gente va unida a la manera que tienen de ver la vida. Para ellos el ver a Piluca,Petri o Chuchi y comentar con voz engolada "hay chica has visto a.... que mal vá,o lleva un vestido inapropiado,o ya lo llevaba el mes pasado en... "y ellos hablar de vaciedades (de su vida) y presumir de "reloj" o del coche que se han comprado,de ese crucero .Esos son los que tiene media clase y dinero. Los qu poco dinero y media clase(para ese ritmo). Esos que no han acabado de pagar la comunión y se empeñan en la boda.Dios por el que dirán. Mientras son amigos y vecinos la cosa tiene un pase.Pero cuando la cosa es de allegados,entonces duele,cala hondo por que gente que creías afín a ti, ves que priva mas en ellos la vaciedad que el sentido del cariño,afecto y amistad. Yo tengo una prima que éramos hermanos hasta que se casó en segundas con un preboste de la comunidad.El hermano fue gobernador de la ciudad , consejero de obras publicas (como un ministro en pequeñito ) y dios no es mas tonta por que no se entrena. Hablas con ella y practica lo que yo llamo el yoyoismo.En fin que lo miras desde fuera y te preguntas ¿éso es lo qué entienden por felicidad?. Entonces prefiero mi "desgracia" soy mas feliz y eso si duermo todas las noches cual lirón y me levanto por las mañanas y veo el día limpio y me digo ¡¡ tu si que vales!! y dejo a toda esa gente vacía y sin sentido buscando un por que de su vida. Con lo fácil que es gozar de esas o esos cosas o pequeños logros que hacen que esos momentos tengan una chispa especial,por ejemplo una sonrisa de tu pareja,una mirada cómplice,un mimo de tus hijos,un cordial abrazo o apretón de manos de un amigo, de un vecino. En fin hay tantas pequeñas cosas para llenar una existencia. Esas son las cosas bonitas que tiene la vida

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  2. En los tiempos que corren esta gente tendrá que acostumbrarse a vivir de otra manera o lo pasarán muy mal.

    Tu sigue descubriendo el encanto de lo normal, de lo sencillo, de los amigos de verdad.

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  3. Totalmente de acuerdo con todo lo expuesto. Hay que ir por la vida con sencillez y olvidarse del "qué dirán"...Hay mucho snob por ahí... que siempre es lo más... tiene lo más... frecuenta círculos de lo más... y viste y huele como nadie.
    En fín, que el mundo está lleno de hombres ricos, hombres pobres y pobres hombres.
    Es la diferencia.

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