miércoles, 9 de noviembre de 2011

NO ME ARREPIENTO

Cuántas veces nos hemos planteado ayudar a los demás de forma altruista, pero por una cosa o por otra lo hemos ido dejando.
Este verano tuve la ocasión de ayudar a una persona a la que le tengo muchísimo aprecio, a pesar de que las circunstancias hagan que, actualmente, no exista ninguna relación entre nosotros.
Doy gracias por el momento en que se me ocurrió emprender la labor de ayudar a esa persona; por el tiempo que no tenía y me inventé para buscar una mano amiga, solidaria, que aportara algo de caridad para una buena acción.
Fue un mes hermoso. Ver la cara de esa persona alegrarse a medida que le comunicaba que llegábamos al fin de nuestro objetivo. Ver a una ciudad unida ante unos desconocidos que luchaban por un objetivo común. Y por fin, ver el sueño conseguido.
No me arrepiento de las horas doce horas diarias que estuve delante del ordenador pidiendo ayuda, horas que perdí de trabajo, de atender a los míos, de dar la cara públicamente (algo que nunca me ha gustado). Mi sueño se consiguió gracias a la colaboración de muchísimas personas.
Ese sueño se transformó en pesadilla cuando comenzaron a surgir acusaciones contra mí y contra la persona que más quiero en el mundo; cuando se nos tachaba de buscar nuestro beneficio, cuando después de “perder” un mes de mi vida se había conseguido lo esperado.
No puedo decir que nunca más volveré ayudar a nadie, porque es algo que no va con mi forma de ser y de pensar; pero sí que elegiré mejor quién se merece mi ayuda y quien no.
Sé que no debería hablar de este tema, pero hoy varias personas me lo han recordado y pedido; las heridas están cicatrizadas; el dolor por las palabras que he oído y leído ha pasado; la sonrisa y no el llanto están presentes en mi cara.
TODOS debemos ayudar, TODOS debemos tender una mano a quien la necesita y olvidar los mordiscos que esa mano nos ha dado después; al fin y al cabo, somos nosotros los que SALIMOS GANANDO: nuestra conciencia está limpia y nuestro corazón lleno de alegría.
¡Ayudemos a los demás!, quien sabe si algún día nosotros también lo necesitaremos. Te quiero M. Nunca nos arrepentiremos.

4 comentarios:

  1. Por que tengo idea de lo puedo opinar con conocimiento de causa. Se debe de ayudar a los demás y darlo todo por la causa que sea.A la gente que nos gusta ayudar ( me incluyo yo) no paramos en mientas .Simplemente vamos en pos de la meta a conseguir si reparar en esfuerzo o tiempo. Lo que pasa es que cuando se tergiversan las cosas y la gente ve lo que no es duele.Pero si eso nos lo hace una persona que creemos amiga .Eso duele muchísimo mas,aunque digas que las heridas se han cicatrizado,las cicatrices existen y hacen daño.Eso no se olvida jamás,puedes llegar a perdonar es humano el hacerlo de alguna manera puedes comprender sus razones. Pero olvidar lo jamas una amistad rota aunque se intente recomponer es como el agua cuando se derrama jamás se recoge la misma que se derramó.Seguiremos ayudando y nos seguirá pasando lo mismo.Pero no por ello hemos de perder la esencia de nuestra manera de ser. Unos nos llaman tontos,otros buenos. Yo los llamo personas de bien,persona maravillosasÁngeles sin alas

    ResponderEliminar
  2. mientes mas que hablas...

    ResponderEliminar