jueves, 20 de octubre de 2011

MI CLASE

Me gusta ir al colegio.
Es raro que diga esto siendo tan pequeña, pero la verdad es que me encanta.
Todas las mañanas, a primera hora, ya estoy lista y dispuesta para enfrentarme a un nuevo día de cole.
No voy a mentir, lo que más me gusta es el rato del recreo: jugar, jugar y jugar; y, como tengo un montón de amigos, no me aburro nada.
Los ratos de clase...., bueno, se llevan bien. Me quedo quieta escuchando a la profe.  Esta año estamos aprendiendo las tablas de multiplicar y, como siempre, se cantan a coro. Y yo me pregunto: ¿Por qué no se aprende todo cantando?, es mucho más divertido.
En la clase que me ha tocado este año hay veintitrés niños y niñas y, yo creo que me llevo bien con todos. Bueno, hay uno que es un poco brutote y no me gusta mucho cómo me trata. Cuando juego con mis amigas es como más tranquilo; me tratan con cariño, aunque hay alguna que es un poco chicazo, y alguna vez me ha pegado fuerte y me ha hecho daño.
Lo peor es cuando los niños insisten en jugar conmigo: que miedoooo. Sólo quieren jugar al fútbol y termino cansadísima y llena de moratones. Entiendo que les gusta mucho, pero podrían ser un poco más "delicados".
Este curso es como otro más y yo soy feliz.
Llevo años jugando con los niños en este colegio y nunca me canso.
En verano, espero ansiosa que llegue septiembre para volver a empezar de nuevo.
Sé que conmigo los niños se divierten, y son niños de varias generaciones, a los que siempre llevaré en mi corazón. Porque mi corazón es grande, a pesar de que yo sea pequeña. Pequeña de tamaño porque ¿cómo podrían los niños jugar con una pelota gigante?

2 comentarios:

  1. A mí los recuerdos del coelgio, sobre todo los primeros, cuando empecé a ir, me producen una nostalgia tremenda.

    ResponderEliminar
  2. Modestino, yo los sigo viviendo como si hubieran ocurrido ayer

    ResponderEliminar