sábado, 29 de octubre de 2011

EL OLOR DE LOS LIBROS

Los que somos de mi generación (cuarentones) o de otras anteriores y hemos vivido en Huesca recordaremos la librería Aguarón. Aquellos suelos de madera que crujían bajo nuestros pies y el olor....
De pequeña me gustaba bajar a la librería y, como era conocida, me dejaban esconderme debajo del mostrador y pasarme horas sentada viendo cuadernos en blanco, pasando las hojas vacías,  pero oliendo.
Cuando me dejaban algún libro era maravilloso: poder pasar las hojas como un abanico y respirar aquel aroma que salía de ellas. Creo que escasamente sabía leer, pero disfrutaba con ello. Al llegar la hora de cerrar la tienda me acompañaban a la cercana casa de mis padres y yo soñaba con que llegara el día siguiente para volver a bajar, aunque mis padres insistieran en que no fuera tan pesada.
Siempre ha sido uno de mis sueños: tener una librería. Pero una especial, en la que yo sería la dependienta y la clienta. No vendería nada, sería incapaz de desprenderme de todo eso.
Hablando con un amigo hemos llegado a la conclusión de que, más tarde o más temprano, nos tendremos que rendir a la tecnología y deberemos comprar un libro electrónico.
Un día probé uno. La verdad es que resultan cómodos: facilitan el tamaño de la letra, se pueden hacer anotaciones... como siempre hay un pero: No tienen olor.
Hay cosas maravillosas en el mundo y, una de ellas, es el olor de los libros. Comprar un libro y abanicarse con sus hojas despierta miles de sensaciones; hace que nos interesemos por su lectura y cuando llega la hora de cerrarlo porque hemos terminado su lectura, volvemos a olerlo: conserva su aroma, no el de nuestras manos.
Los libros viejos que se van cayendo a trozos, que tienen las páginas amarillas por el paso del tiempo, que mezclan éste con el polvo y la humedad.... son seres con vida. Han padecido los años vividos, el uso que se les ha dado y, algunos, el abandono en algún desván o trastero. Me asombra coger un libro en la Biblioteca y, sabiendo que lo han tocado página por página decenas de personas, siga manteniendo su olor.
No puedo decir que no caeré en las garras de la tecnología y terminaré por tener un libro electrónico, pero seguiré conservando mis libros y, de vez en cuando, pasaré sus páginas, cerraré los ojos y seguiré soñando con mi inexistente librería. Creo que ningún perfume me gustará tanto como el que desprende un libro.

1 comentario:

  1. Un libro. Un libro es un amigo que en tus manos te retrotrae a un mundo soñado por ti. Lo puedes leer una y mil veces que cada vez lo impregnas mas de ti y a su vez te va dejando un poso de calidez, ternura y sensaciones inexplicables. El libro electrónico puede ser más cómodo de almacenamiento pero donde este un libro impreso ,lo siento para mi que se quite el otro

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