lunes, 16 de enero de 2012

Y YO CON ESTOS PELOS

Creo que actualmente la moda es llevar la melena suelta y, a ser posible, mover la cabeza de un lado a otro para quitarnos los mechones de pelo que caen sobre nuestros ojos y no nos permiten ver nada.
Quizá esto sea para las jóvenes de hoy en día, pero una vez superados los cuarenta, tienes que tener un estilo de peinado "más acorde" con tu edad.
Como siempre en mi caso, y esta vez no por rebeldía, no sigo estos cánones de belleza implantados en nuestra sociedad.
La naturaleza y los genes me han dotado con una abundante mata de pelo completamente rizado que para muchos es motivo de alabanzas pero, para mí, era motivo de problemas.
Recuerdo el día en que fui a hacerme la foto para la orla de fin de carrera; por primera vez, después de mucho tiempo llevando el pelo sujeto en una coleta, decidí dejar los rizos al viento, en lo que yo creía que era una bonita melena, pero al llegar al estudio del fotógrafo encargado de realizar la foto inmortal, cual fue mi sorpresa cuando, dispuesta a retocarme un poco con el lápiz de labios le dije: "Si no le importa, voy a arreglarme un poco" y, ese señor que desde entonces es un antipático, me dijo: "Eso, y así te peinas".
A partir de aquel momento comenzó el calvario en busca de una solución que hiciera que mis rizos desaparecieran de una vez. Creo que él fue el que dio el pistoletazo de salida a todas las demás personas que hasta entonces no habían dicho nada. Desde aquel momento, cuando tras unos días de llevar el pelo suelto me lo recogía, siempre estaban las palabras del gracioso de turno que decían: "Hombre, hoy te has peinado".
Comencé más tarde que el resto de las personas mi época de rebeldía en lo que se refiere a peinados: rapados inusuales en una mujer, trozos de pelo a colores, tijeretazos a mechones que molestaban,... Si Sansón hubiera estado en mi pellejo, habría perdido la fuerza muchas veces.
Con el tiempo te acostumbras a todo, incluso a ir siempre despeinada, porque aunque me digan "¿dónde vas con esos pelos?", sé perfectamente adonde voy y ellos forman parte de mi persona y de mi personalidad, le guste a quien a le guste y a quien no.

1 comentario:

  1. La verdad a la gente le gusta hablar de lo que sea. Si te peinas,si usas esta cual ropa. La cuestión es hablar,criticar juzgar. Hagas lo que hagas siempre habrá alguien que te crticará.Recuerdo el cuento del burro y la madre el padre y el niño pequeño. Lo mejor es ir por la vida con criterio propio y andar cn la cabeza bien alta (eso si bien peinada)y no haceer caso de los demás

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