viernes, 16 de diciembre de 2011

NO ME GUSTA HABLAR DE ESTO

No me gusta escribir sobre temas políticos ni judiciales, simplemente porque no entiendo de la materia, pero lo que estamos viviendo ahora ya me supera.
Leyendo en la prensa diaria nos encontramos todos los días con el tema estrella del año: el caso Urdangarín y, mis escasos conocimientos sobre la materia hacen que me plantee: qué hace este señor campando a sus anchas siendo que ya lo han imputado, que tienen pruebas,.... pues probablemente estará preparando unas Merry Christmas en Washington mientras aquí, los ciudadanos de a pie intentamos preparar unas Navidades como podemos.
No se nos ocurra deberle dinero al banco, porque nos llueven las comisiones por impago y tenemos que apechugar con ellas y, nuestros hijos, que reciban como regalo cualquier cosa menos lo que han pedido, porque nuestro presupuesto no nos lo permite.
Esto ya se parece a los tiempos de antaño en los que, con el "por ser vos quien sois" estaba todo permitido.
No sé que futuro le espera a este señor y a su familia y, sinceramente, tampoco me importa mucho; a mí me importa lo que ocurre en mi casa y en las casas de las personas a las que aprecio: problemas para llegar a fin de mes, para encontrar un trabajo, para no sucumbir al hecho de decirles a nuestros pequeños que los reyes y papá noel somos nosotros y que no podemos hacer más de lo que hacemos.
Por mucho que sea yerno de quien es, queda demostrado que el dinero no da la felicidad; ellos, en su mundo de creerse lo que no son, disfrutarán de todas las comodidades, pero nosotros, en nuestro mundo de realidad habremos regalado a nuestros hijos lo mejor que tenemos: valores morales y sociales que no se pagan con ningún dinero.

1 comentario:

  1. Toda esta laya,debería sentarse en un banquillo juzgarlo y obligarlo a devolver hasta la última moneda. Así fuese el rey. Con referencia a esta gente no me van ni bien ni mal sino todo lo contrario. Son como las almorranas unas veces molestan otras no.Pero siempre están ahí.Son esa laya de vividores que cual sanguijuelas chupan y chupan incansablemente. Sin importar de quien sea la sangre gente sin escrúpulos A la persona que citas al principio ,juzgarla y quitarle todo lo que ha conseguido,déjalo como era antes de casarse y si se merece la cárcel mételo en ella,que los idiotas de a pié si así fuera, si creeríamos en la justicia

    ResponderEliminar