miércoles, 21 de diciembre de 2011

GERMÁN: UN PAPÁ NOEL EN MI TRABAJO

Germán es un chico como otro cualquiera de los que hay en nuestras ciudades.
No voy aquí a relatar su vida, pero sí que quiero destacar los valores que tiene como persona y como compañero de trabajo.
Hay pocas personas en este mundo que hagan lo que ayer hizo Germán en nuestro trabajo.
Una de sus alumnas de doce años de edad está a punto de perder a su madre enferma de cáncer.
La niña es sonriente, alegre, parece ajena a lo que se le viene encima; pero es cuestión de días que pierda a la persona que le ha dado la vida.
Ayer Germán vino con un regalo para ella. Le pregunté. Me dijo que le había hecho gracia a la peque la palabra brócoli en inglés y, que cada vez que la oía, se echaba a reír. 
Germán se fue a comprar un brócoli de peluche y se lo trajo.
Cuando se lo dio no sé cual de los dos fue más feliz, seguramente Germán.
Realmente da gusto trabajar con personas así, porque son eso: personas; no se limitan a hacer su trabajo, se preocupan por los demás, intentan que todo sea más fácil y más agradable, y eso no tiene precio.
No voy a relatar ahora cuando yo comencé a trabajar con Germán, porque también me ayudó y me apoyó en todo momento; simplemente quiero rendirle mi pequeño homenaje por ser como es: una persona con corazón.
Gracias Germán.

1 comentario:

  1. Cuando se conoce a alguien así es cuando te das verdadera cuenta de que si vale la pena vivir. Aunque solo sea por conocerlos, no es fácil encontrarlos son difíciles de ver pero cuando los ves los conoces te das cuenta de que hay gente por la que vale la pena luchar. Me uno a los parabienes de la autora del relato

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