domingo, 8 de abril de 2012

OBLIGADO O VOLUNTARIO

Hay algo en estos días de fiesta que casi todos hacemos y son las reuniones familiares.
Sinceramente a mí me gustan, diría que me encantan. Cada uno tiene su vida, ha formado su familia, han llegado nuevos seres pequeños, y las obligaciones del día a día hacen que escasamente te veas con los tuyos así que mucho más complicado es hacerlo con los demás. Por eso me hace tanta ilusión volver a encontrarme con "los míos" y pasar un rato agradable.
Para algunos las reuniones familiares son una tortura, no hay temas de conversación, se sienten rechazados y sólo suspiran porque llegue el momento en que puedan marcharse.
Atrás quedaron esas reuniones en que nosotros éramos los pequeños y venían nuestros tíos y nuestros primos, o nosotros íbamos a sus casas y jugábamos, disfrutábamos y llorábamos al tener que marcharnos.
Ahora nosotros somos los tíos y nuestros hijos los primos. Ahora tenemos que consolar a los pequeños cuando se separan y decirles que en muy poco tiempo se volverán a ver.
Se echa de menos a los que ya se han ido, a aquellos que crearon la familia, a aquellos que hicieron que tuviéramos hermanos y hermanas.
Cada uno tiene sus temas de conversación, cada uno lleva una vida, cada uno es como es y eso es lo que tenemos que aceptar. La vida pasa más rápido de lo que pensamos y tiene que haber momentos para todo, nos guste o nos desagrade, y las reuniones con los que hace años eran nuestra familia son uno de esos momentos.
No soy quien para dar consejos pero creo que hay que saber lo que se puede esperar de cada persona y sencillamente aceptarlo, no esperar que sean como nosotros queremos que sean, no ser como ellos quieran que seamos, ser simplemente nosotros y dejar que ellos sean como son. Dos personas, hace tiempo, formaron una familia, de ahí surgieron más, pero la esencia debe quedar y el amor que un día se tuvieron debe continuar.

1 comentario:

  1. Yo tengo un recuerdo muy hermoso de mi niñez pues aunqu he sido hijo unico tenía trece primos y las reuniones familiares eran divertidas y un caos de gritos,risas y llanto. Anaño esas reuniones eran un modo de saber de todos y cada uno de los demás,no habían teléfonos y tenía radio quien la tenía. ahora es todo mas impersonalizado,cada uno tiene un mávil y a golpe de llamada sabemos unos de otros y cuando nos reunimos no tenemos temas de conversdación pues cada uno hemos formado nuestro núcleo y a pocos dejamos entrar. No generalizo. Sólo hablo de mi experiencia

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