lunes, 6 de febrero de 2012

SE VENDEN HISTORIAS

El otro día en la puerta de mi trabajo, que dando gracias tengo, me disponía a fumar un cigarrillo antes de comenzar la jornada, cuando en la casa que hay justo en frente vi un balcón que se abría y un señor que salía a colgar un cartel de “Se vende”.
Pensé en la pena que uno debe sentir al tener que desprenderse de la que, durante muchos años, ha sido su hogar; donde se han pasado momentos tristes y alegres, donde han crecido los hijos, donde se han creado sueños que se han esfumado y otros que se han hecho realidad.
Vemos por nuestras calles muchos carteles como ése, pero no nos paramos a pensar que detrás de cada uno de ellos ha habido vidas, ilusiones, proyectos, personas que, como cualquiera de nosotros, han intentado seguir adelante y no han podido.
Los que ya volamos hace tiempo de la casa de nuestros padres aún mantenemos en nuestra memoria cada rincón de lo que un día fue nuestro hogar, nuestras inquietudes, nuestros logros y fracasos, nuestra historia.
No son simplemente cuatro paredes con o sin muebles que pasen ahora a otras manos; son vidas de personas que están ahí o que han estado y que, por un tiempo, dejaron parte de su anónima existencia  en ese lugar que ahora ocuparán otros para comenzar una nueva historia.

1 comentario:

  1. ¿Sabes?. Cuando a muerto algún familiar y he entrado en la casa para vaciarla. He sido de los que he mirado entre las cosa que se dejaron a la vista para imaginar como eran en realidad. He revivido dulces momentos de mi niñez. Una vez encontré un juguete de hojalata de los de Payá estaba usado. Pero las veces que había jugado con ese juguete en brazos del dueño de la casa. Entre esas paredes para los que hemos entrado cientos de veces, las paredes rezuman historias de todo tipo, a veces aún se oye el griterio de alguna fiesta,lo lloros de una desgracia. Se sienten las vidas de los que han pasado por ahí. Hay una frase que lo dice todo "Cada casa es un mundo"

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