martes, 7 de febrero de 2012

VER UNA SONRISA

Creo que al final me cerrarán la boca. Todos los días trago y trago a la misma hora y, dando gracias, es sólo una vez al día, si fueran más no sé que sería de mí.
Cuando vienen a ver lo que he comido siempre ponen la misma cara y, sinceramente, no es de alegría; en mi tripa siempre hay lo mismo.
Recuerdo que mis antepasados comían otras cosas y, cuando la gente iba a mirar lo que había en sus estómagos, había veces que sonreían.
¿Qué se debe sentir cuando ves a las personas sonreír? Sinceramente no tengo ni idea. Si pudiera cerraría la boca cuando vienen a echarme la comida; sé que es todo malo, pero no puedo moverme, no puedo hacer absolutamente nada. Estoy sujeto a este lugar de por vida, hasta que consideren que ya me he hecho demasiado mayor y les he dado muchas tristezas, entonces me cambiarán por uno nuevo, uno que no les traiga malos recuerdos, uno que les haga sonreír alguna vez.
Mi trabajo no es duro, ni mi vida tampoco, pero sé que no hago feliz a la gente. Hay algunos familiares, los que están a mi lado,  que me han contado que a ellos les miran lo que tienen en la tripa y lo dejan ahí durante un tiempo, hasta que casi están a punto de reventar: entre malas comidas y basura les pesa el estómago y les duele, pero no quieren quitarles de dentro todo lo que llevan.
Somos buzones de cualquier patio y sólo nos dan de comer sobres con recibos y facturas, de vez en cuando alguna propaganda. Me gustaría volver por un momento a la época de mis antepasados en que llegaban cartas de amor, de felicitación, de amistad; pero eso ahora ya no se hace, así que tenemos que tragar con todo lo malo.
Llegará el día en que dejaremos de existir, pero siempre habrá alguien que seguirá suspirando por recibir una carta con su nombre escrito a mano y nosotros desapareceremos suspirando por poder haber visto esa sonrisa.

1 comentario:

  1. Hoy la gente ha perdido el hábito de escribir. De los boligrafos de ahora que escriben sin apenas rozar el papel(eso si se acaban enseguida) a los primeros va un trecho. Yo aún escribo copiando a mano las mas de las veces con una pluma estilográfica,tengo un tesoro. Las plumas que se usaban en mi juventud (si,las de palillero) que guardo como oro en paño y ademlas intento escribi con la izquierda. Hay que decir que soy cun converso a la diestra en moor del franquismo. Digo todo esto por que en los buzones salen cartas escritas a botón que digo yo aprietas una tecla y salen como rosquillas,éso no es escribir. Si eres un buen lector y te fijas en una carta si es de algo interesante, o de amor vas viendo los trazos distintos según las emociones del que escribe. En un escrito a mano se vuelcan sentimientos que a lo mejor eres incapaz de decirlos de viva voz. Ahora son como dices¡,facturas (las mas de mas veces) o cartas que no son mas que un papel co una sletras dejadas caer de cualquier manera.Hoylos buzones son un nido de porqueria y cartas del banco

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