miércoles, 1 de febrero de 2012

LUCES Y SIRENAS

Volviendo de mi trabajo en el coche, me tuve que apartar para dejar pasar a una ambulancia que venía a toda velocidad con las sirenas aullando; al momento, la misma operación pero con un coche de la policía. "Un accidente", pensé y, efectivamente, al lado de mi casa había sucedido un accidente.
No me va mucho este tema de ir a cotillear lo que ha ocurrido, así que, de lejos, vi los coches con las luces y un numeroso grupo de gente mirando y me fui  a mi casa.
En la vida hay personas que, a veces, encienden la sirena y ponen las luces para avisarnos de que están pasando malos momentos y necesitan nuestra ayuda; desgraciadamente a todos nos ocurre alguna vez. Lamentablemente son sirenas que no escuchamos y luces que no vemos; y hacemos lo mismo que con una ambulancia o un coche de policía: nos apartamos.
No nos gustan los problemas ajenos; nuestra respuesta es que bastante tenemos con los nuestros. Pero eso sí, buscaremos ayuda donde sea para que nuestra luz y nuestra sirena dejen de girar y de sonar cuando nos veamos en un apuro y volveremos a hacer caso omiso de las señales de los demás.
Deberíamos ver esas luces y escuchar esas sirenas que están a nuestro lado, que nadie nos tiene que mostrar en un informativo de televisión, que no aparece en ninguna foto de ningún periódico, que no es motivo de tertulia radiofónica y que, de cerca que la tenemos, hace que nos apartemos y la dejemos pasar. ¿No nos gustaría que alguien respondiera a nuestra luz y a nuestra sirena?. Hagamos lo mismo.

1 comentario:

  1. Verdad es lo que dices. Nos apartamos para dejar paso con las luces de los demas,sienddo que a veces tambien encendemos las nuestras. La gente ha dejado de ser solidaria po que la vida te enseña a que no puedes ser asi. A todos nos gusta que nos ayuden y a pocos ayudar. A estos últimos vamos seleccionando nuestra ayuda y a quien se le hace.Ya que a veces nos volcamos con todas nuestra alma y despues nos arrastran a los pies de los caballos,dejándonos pensativos si hemos hecho o no bien. Tambien nos pasa con los mas allegados y acabamos mal . Al final te apartes por completo de las luces y sirenas muy a tu pesar, pues te das cuenta de que el género humano no es el que te describió tu padre. Es una pena,te sienters mal pero eres incapaz de no caer en el mismo error y vuelves a ayudar sin pensar en la próxima bofetada

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