miércoles, 2 de mayo de 2012

ESO QUE LLAMAMOS PRIMERA COMUNIÓN


Sea cerca el mes de mayo y pronto comenzará la vorágine de las comuniones. Nos volvemos locos para que nuestros hijos sean los más guapos, para que el restaurante sea perfecto, para que tengan todo y, como no, para que llegado el verano, nos vayamos a Eurodisney como regalo de comunión.
¿Qué más regalo pueden tener que ser los reyes por un día y sepan valorar lo que realmente significa ese día?
Las comuniones han pasado a ser otro acto social de “quien puede más”, de gastar lo que no tenemos, de que cuando hables de la comunión de tu hij@ la primera pregunta que escuchas es “¿Dónde le has comprado el traje?”.
Atrás quedaron las comuniones en que se juntaban los más cercanos, la familia íntima y, en la mayoría de los casos se celebraban en casa; los vestidos y los trajes eran heredados y no se hacían minibodas como ahora.
Indudablemente todos queremos que sea un día perfecto, pero perfecto ¿para quién?, para nuestro propio ego que nos hace decirles a los demás: aquí estoy yo y mi hij@ tiene lo mejor o para esos pequeños que han estado dos años preparándose para algo que, en cierto modo, casi nadie vive en sus casas.
Somos todos muy antiiglesia, más de una vez hemos dicho: con la iglesia hemos topado, pero llegado este tiempo nos olvidamos y celebramos la más fastuosa de las comuniones y todo por seguir una moda, porque a eso no nos tiene que ganar nadie.
Mis recuerdos de ese día son de una iglesia de San Lorenzo llena de niños ilusionados, de padres orgullosos y de que por primera vez me llamaron señorita; de poca gente comiendo, pero todos felices.
Espero que los recuerdos de mi hija sean los mismos, sin Eurodisney, sin enormes restaurantes, sin grandes regalos, pero con mucho amor.

1 comentario:

  1. la primera comunion es un acto social en las que las familias normalmente lo acaban de pagar para empezar a pagar el gasto de la boda. Antes como se decia era una fiesta familiar que se celebraba en casa para regocijo de los familiares. Ahora prima ¿por que el mío o la mía ha de ser menos? Y se entra en una vorágine de conumismo idiota.¡Que pena que la comunión haya dejado de ser un acto lúdico para ser un acto social

    ResponderEliminar